Darío era el último (y mejor) bastión de un tiempo más simple, a veces mejor, a veces peor: Nanque, tablones, Fútbol de Primera, Clausura, adolescencia, barrio.
@Daricvitaok
fue el héroe mundano y luchador de muchos que hoy somos adultos.
El que se fue y volvió, como el tiempo.