Mi primer año en la carrera: en abril agarré un libro de Gargarella; en mayo conocí a Rosenkrantz (donde hay una necesidad no nace un derecho); luego descubrí a Sunstein; Rosler (la ley es la ley) y seminario de la práctica del precedente. Para fines de junio, ya era positivista.
Con un grupo de jóvenes del mundo del derecho y las ciencias sociales, de distinta extracción ideológica, redactamos un texto expresando nuestra preocupación por la situación institucional del país. Personalidades de distintos ámbitos adhirieron al documento con su firma.
En el caso "Ríos, Antonio s/ oficialización de candidatura a Diputado Nacional por Corrientes" la Corte dijo que: "quiero decirte al oído tantas cosas preciosas que estoy sintiendo por ti. Que te quiero, que te adoro. Tú eres la mujer que he soñado, que me haces muy feliz".
@JuliMoret
Me pasó lo mismo, la solución fue arrancar con una copa de vino y lagrimear todo el primer capítulo. Era un ritual tan nuestro, hasta pausar en la parte del inicio donde ilustran algunos objetos y analizarlos.
Mi profesor de derecho constitucional fue secretario de Nino y Malamud Goti en el período en que eran asesores presidenciales, y estaban impulsando el juicio a las juntas.
Osvaldo Pérez Sanmartino y Alfredo Vítolo sobre el decreto de necesidad y urgencia. Grandes, parece que está todo perdido pero con ellos un poco menos.
El año pasado fue durisímo y hoy me toca afrontar lo que esperaba, me quedé sin posibilidad de renovar la beca por centésimas que me faltaron de promedio.
“El café a la calle proporciona un entorno único, especial para las ciudades: un lugar donde la gente puede sentarse perezosamente, legítimamente, estar a la vista y ver pasar el mundo”, escribió Alexander en 1977.
Hoy me comí dos boludeadas por mi vocabulario: que parecía una bisabuela por decir "lo recuerdo con aprecio" y que era poético decir que el examen fue "desolador". Pido respeto.