En Antigüedades judías, Josefo describe a Jesús como “un hombre sabio”, —y añade—, “si era lícito llamarlo hombre. Pues fue un hacedor de prodigios y maestro de los hombres que recibían la verdad con placer. Atrajo a muchos judíos y gentiles; y Pilato, a sugestión de nuestros