Dicen que cuando alguien se va, te deja un vacío. Tú no. Tú, abuela, nos dejas llenos. Llenos de recuerdos, de alegrías y de lecciones.
Parte de ti, hoy y para siempre, vivirá en todos nosotros.
Te quiero como tú me enseñaste a querer.
Per sempre, àvia.