Ser madrileño implica enterarte cuando juega el Real Madrid por los vecinos.

No se dice mucho, se dice mazo. No se dice muy poco, se dice mazo poco. No se dice el bus nocturno, se dice el buho. No se dice está lejos, se dice está aquí al lado. No se dice está lleno de gente, se dice está petao. No se dice Plaza de España, se dice plazaspaña.

No se dice está lejos, se dice está aquí al lado.

No se dice muy poco, se dice mazo de poco.

No se dice Burger King, se dice Beka.

No se dice 100 montaditos, se dice cienmon.

No se dice autobús nocturno, se dice el búho.

No se dice le dije a ella, se dice LA dije.

No se dice Plaza de España, se dice plazaspaña.

No se dice 100 montaditos, se dice Cienmon.

No se dice Telepizza, se dice Telepi.

No se dice McDonald's, se dice Macas.

No se dice hay mucha gente, se dice está petao.

No se dice a medias, se dice a pachas.

No se dice 5 minutos, se dice 5 mins.

No se dice mucho, se dice mazo.

No se dice coger, se dice pillar.

No se dice casa, se dice keli.

Si no te has ido de viaje de fin de curso a Italia, fracasaste como adolescente madrileño.

Añadir letras de más, tipo “valeee” o “siii” a una conversación para no parecer borde