Ayer se me acercó un tío y sin mediar palabra (había un grupo tocando, no se oía nada), me dio un toque en el hombro, me cogió un dedo de la mano y me enseñó un rotulador sonriendo, y le dije, sisi venga. Y empieza a dibujar, y yo "me va a dibujar un pollón, ya verás, lo veo".