El salto inevitable en 2025: agentes de IA trabajando en paralelo. Hasta ahora, el desarrollo de software ha dependido de lo rápido que tecleas, resuelves problemas y cambias entre tareas. Todo seguía un flujo secuencial donde tú llevabas todo el peso. Con los copilots empezamos a vislumbrar las ventajas de que sea la máquina quien escriba código. Pero ya hay algo más potente: agentes que no solo ejecutan tus instrucciones, sino que iteran de forma autónoma mientras tú sigues adelante. El cambio: delegar tareas para avanzar más rápido. 1. El fin de las tareas manuales pesadas. Escribir código, refactorizar, abstraer funciones, moverte entre ficheros, ajustar sintaxis… Olvídate. Todo eso se lo pides a la IA. No tienes que perder tiempo en esos detalles porque ahora tu esfuerzo se centra en lo importante: decidir qué quieres construir y por qué. 2. Tu nuevo rol: estratega, guía y visionario. El verdadero trabajo será: - Dar un contexto claro: Qué quieres solucionar, qué resultados buscas y dónde están los límites. - Detectar cuándo intervenir: Revisar las iteraciones del agente y ajustar su dirección. - Saltar entre contextos: Mientras un agente itera en una tarea, tú ya estás preparando la siguiente. Aquí está el verdadero cambio: tu productividad no será escribir más código, sino saber delegar y mover hilos en paralelo. 3. Las herramientas ya están aquí. No necesitas esperar cinco años para esto. Sistemas como Cursor Composer en modo agente ya te permiten: - Dividir problemas en tareas. - Dar instrucciones iniciales y dejar que el agente se encargue de la ejecución. - En lugar de enfocarte en ejecutar cada tarea, puedes dedicarte a pensar en el resultado final y cómo afinarlo. Aunque todavía no te permite avanzar directamente a otras tareas mientras el agente trabaja, sí cambia el foco de "hacer" a "pensar" y reduce drásticamente el tiempo invertido en la ejecución manual. 4. Lo que realmente importa: claridad y visión. El valor no está en saber la sintaxis de cada lenguaje o framework. Está en: - Tener bases técnicas sólidas para entender qué estás haciendo. - Conocer el negocio y alinear las tareas con lo que importa. - Pensar claro. Saber exactamente qué problema estás intentando resolver y cómo guiar a la IA para que lo haga. 5. El verdadero reto es mental. Este cambio no es solo técnico, también es un ajuste de mindset. Necesitas: - Cambiar tu percepción del valor: no está en ejecutar, está en decidir. - Dejar de obsesionarte con el "cómo" para enfocarte en el "qué" y el "por qué". - Entender que la velocidad ya no está en tus manos, sino en cómo diriges a los agentes. Conclusión: El desarrollador más productivo en 2025 no será el que escribe más rápido, sino el que sabe cambiar de contexto, guiar a los agentes y enfocarse en lo que importa. Pensar, decidir, delegar. El futuro está aquí, y no necesitas nada mágico para empezar a adaptarte.