No te rindas, sigue orando,
Aunque parezca que Dios no te escucha ni te habla.
No te rindas, sigue amando,
Aunque el mundo te rechace y te maltrate. No te rindas, porque Dios te ama,
Él dio a su Hijo por ti, para salvarte y darte vida.
No te rindas, porque Dios te premiará