“¿Por qué debe el hombre hacer el bien y no el mal?… Costumbres, leyes y tradiciones, muchas cosas que durante siglos parecían naturales, en nuestros días ya no se dan por supuestas en ninguna parte del mundo”. Hans Küng: Proyecto de una ética mundial.

No me identifico con el actuar de muchos que se dicen socialistas, sino con los principios de la justicia social. Creo en la equidad, en la igualdad de oportunidades y en la construcción de una sociedad donde todos puedan acceder a una vida digna. Más allá de etiquetas o experiencias particulares, lo importante es buscar soluciones que realmente beneficien a la gente y garanticen sus derechos.

Entiendo su preocupación. No se trata de que el Estado asuma todo, sino de encontrar un equilibrio donde tanto emprendedores como trabajadores tengan oportunidades justas para salir adelante. La equidad social no debería significar una carga excesiva para quienes generan empleo, sino un sistema en el que todos puedan desarrollarse sin barreras impuestas por su origen o condición.

@alinacardenasm1 Lamento que decida dejar de seguirme, pero respeto su opinión. Más allá de quién haya nombrado a los jueces, lo importante es que actúen con imparcialidad y justicia. ¡Lindo día!

@MarioLectorEC Al menos tener la oportunidad real, es decir, lo que llamamos acceso.

@MarioLectorEC El derecho a la igualdad no significa que todos seamos iguales en resultados, sino que todos tengamos las mismas oportunidades para desarrollarnos. La desigualdad deja de ser un problema cuando las diferencias entre las personas no limitan su acceso a una vida digna.

RT @Dr_Blazquez: Reflexión vía @Librosyescritor

El derecho a la igualdad no significa homogeneizar ni pretender que todos tengamos los mismos resultados, sino garantizar que cada persona tenga acceso a las oportunidades necesarias para desarrollarse según sus capacidades y aspiraciones. Es cierto que, incluso con condiciones similares, nuestras realidades pueden ser diferentes debido a habilidades, circunstancias u oportunidades. Sin embargo, el verdadero problema no es que existan diferencias, sino cuando esas diferencias se convierten en barreras que impiden a algunas personas acceder a una vida digna, cuando limitan derechos y mantiene a ciertos grupos en desventaja sin posibilidad de avanzar.

Un buen ejemplo de esto es cuando muchos padres piden que se declare la caducidad del derecho de alimentos porque su hijo no está inscrito en la SENESCYT. Sin embargo, muchas veces la persona está en cursos de formación para ingresar a la Policía, estudiando idiomas o preparándose de otra manera para su futuro. Esto demuestra por qué no debemos tratar de homogeneizar todo. No se trata de que todos sigan el mismo camino, sino de garantizar que cada persona tenga acceso a la educación o formación que le permita autosostenerse en la vida. Lo importante es brindar oportunidades reales, respetando las diferentes vocaciones y trayectorias.

Tuve muchas otras alternativas profesionales: pude haber sido maestra o médico. Ni siquiera estuvo en mí la idea de ser abogada o juez. Fueron las circunstancias las que me trajeron hasta aquí, quizá porque así estaba trazado mi destino o porque, de esta manera, puedo resultar más útil a los demás. Sobre la desigualdad, es cierto que no todos los trabajos son iguales ni pagan lo mismo, pero el problema real no es sólo que existan diferencias, sino cuando esas diferencias se convierten en barreras que impiden que todos tengan las mismas oportunidades de desarrollarse y alcanzar una vida digna.

@ViejoLoco830820 Gracias por su comentario. Siempre es valioso poder intercambiar ideas con respeto. Si desea compartir su punto de vista, estaré encantada de leerlo. Le deseo un buen descanso también.

El respeto es la clave para el ejercicio de los derechos, lo que implica reconocer que cada perspectiva es válida dentro de la realidad de quien la sostiene. Quizá no estamos en las mismas condiciones, pero puedo comprender su posición. Entiendo que para usted la libertad es el camino para alcanzar el bienestar colectivo, así como para mí la igualdad de oportunidades es fundamental para que esa libertad sea realmente accesible para todos. Sobre el Estado y la corrupción, es cierto que una mayor intervención estatal puede traer riesgos, pero también creo que un Estado fuerte y bien regulado puede ser una herramienta para garantizar derechos y reducir desigualdades. Al final, el desafío está en construir instituciones que sirvan a la gente y no a intereses particulares. Y claro, siempre es bueno intercambiar ideas con respeto, porque ahí es donde se pueden encontrar puntos en común.

Trabajo por mis hijos, para que ellos tengan las herramientas necesarias para desenvolverse en la vida. Trabajo también para mejorar el servicio de justicia, ya que sé bien lo que es enfrentar injusticias y desigualdad. Lucho por una educación de calidad, la misma que quiero para todos los niños y niñas de mi país. Mis metas personales están al servicio de la sociedad. He aprendido a vivir modestamente, sin lujos, porque no quiero que eso cambie mi corazón ni mi propósito. Las libertades no tienen verdadero valor si se obtienen a costa de la desigualdad y la explotación. La diferencia entre ser socialista y capitalista radica en la manera en que entendemos los derechos. En un sistema socialista, se busca garantizar que todos tengan las mismas oportunidades y derechos, independientemente de su origen o condición. En cambio, en el capitalismo, aunque se habla de libertad y derechos, esos derechos muchas veces sólo están disponibles para quienes ya tienen recursos, lo que crea desigualdad.

Entiendo su punto de vista y aprecio la reflexión. Para mí, el socialismo no se reduce únicamente a la propiedad estatal de los medios de producción, sino a la búsqueda de una sociedad más justa y equitativa, donde la economía esté al servicio de las personas y no al revés. No veo al capital como un enemigo, sino como una herramienta que debe usarse con responsabilidad para generar bienestar colectivo. Para mí, ser socialista significa aspirar a un mundo con menos desigualdad y más oportunidades para todos. Me identifico con esa visión porque creo en una sociedad más justa y solidaria, sin ignorar la importancia del capital ni la necesidad de una economía dinámica que genere progreso y bienestar.

Estoy de acuerdo en que la libertad y la cooperación son fundamentales para reducir la pobreza, y entiendo que el capitalismo ha sido una herramienta clave en el desarrollo económico. Sin embargo, eso no anula mis ideas ni mi convicción de que el capital debe ser un medio para el bienestar colectivo, no un fin en sí mismo. Para mí, la clave está en encontrar un equilibrio donde el capital y la economía estén al servicio de las personas, garantizando que el crecimiento no beneficie sólo a unos pocos, sino que brinde oportunidades reales a quienes más lo necesitan.

No necesito estar en otro país para vivir según mis principios. Desde mi lugar, comparto lo poco que tengo con quienes más lo necesitan, porque sé que tuve oportunidades que otros, en mi misma situación, quizá no tuvieron. Me considero afortunada, y por eso deseo que más personas puedan acceder a las mismas posibilidades, porque la verdadera transformación comienza con la solidaridad y el compromiso diario.

@mechascaicedo Feliz cumpleaños estimada doctora! 🥳

Derechos…