Santos, guárdese su solidaridad llena de veneno y cinismo, el mismo que tuvo para traicionar las tesis con las que se le ayudó a elegir. No se le olvide que fue su contratista de su acuerdo con FARC, el que persiguió y puso preso a Álvaro Uribe Vélez. Señor Santos, usted sí acabó con el Plan Colombia. Miente nuevamente. El acuerdo de cooperación llamado Paz Colombia no se compara ni en duración, recursos y capacidades al Plan Colombia. Mientras el Plan Colombia logró casi 10.000 millones de dólares en ayudas, su acuerdo no llegó ni al 6% de eso y mientras el Plan Colombia duró 15 años, el suyo no fue más allá de dos. Señor Santos, las cifras desmienten su relato. Con Álvaro Uribe los homicidios en Colombia se redujeron en un 48%, pasando de 28.837 en 2002 a 15.000 en 2010, gracias a la Seguridad Democrática. Usted no solo abandonó esas banderas, sino que las traicionó: bajo su gobierno, el hurto a personas aumentó 185%, la extorsión 295% y la voladura de oleoductos 103%. Dato mata relato: su legado no fue de seguridad, fue de rendición ante el crimen y el terrorismo. El acuerdo con las Farc no es la solución sino la causa de lo que está ocurriendo hoy en el Catatumbo y en muchas otras regiones del País. Al dejar de fumigar cultivos de coca, garantizar no extradición, indultar y premiar a narcoterroristas y dejar que la tiranía de Venezuela fuera el garante, se sentaron las bases para el crecimiento del terrorismo patrocinado por Maduro, Diosdado y sus secuaces. Su Acuerdo de Paz igualó a los soldados y policías de la Patria con los terroristas, creándoles un mar de inseguridad jurídica. Su acuerdo perverso los presiona injustamente a admitir delitos que no cometieron ante la JEP, mientras los criminales de lesa humanidad hoy gozan de curules en el Congreso, elegibilidad política y total impunidad. Usted posa de demócrata y respetuoso de las instituciones pero es todo lo contrario. Recordemos cómo desconoció el clamor popular plasmado en el Plebiscito, no le importó que la mayoría de colombianos dijera NO al acuerdo. Prefirió imponer, con mermelada corrupta, un acuerdo de impunidad para complacer a Farc, tiranía de Venezuela y satisfacer egos personales tras un nobel. En lugar de estar señalando responsabilidades, con su acostumbrado cinismo, suerte es lo que usted va a necesitar cuando le llegue el momento de responder por los dineros de Odebrecht en su campaña. Y por último, el reclamo a Petro hágaselo usted mismo, al fin y al cabo él lo ayudó a reelegirse y usted contribuyó significativamente a que hoy sea el Presidente de los colombianos.