Acabo de escuchar que un experto afirmaba, en La Sexta, que esos menores que se enfrentan airadamente a la policía no han leído un libro en su vida. Doy por seguro que, si realmente no leen, terminarán trabajando de expertos en la televisión.
Han detenido a Willy Toledo. En las redes son muchxs lxs que subrayan que lo detienen, no por sus opiniones, sino por desoír una citación judicial. Discrepo: el mayor mérito de Willy es precisamente el que nace de desobedecer a una justicia que es cualquier cosa menos eso
No encuentro la información relativa a la fase de la desescalada en la que está prevista la liberación de los chavales de Altsasu. Llevan 1.265 días en la cárcel.
Me cuentan que acaba el estado de alarma. A decir verdad, no lo veo claro. Cancelan la alarma pero nos dejan el Estado, esa filantrópica institución que promueve el turismo, los coches y los tanques. Yo, que soy muy precavido, sigo alarmado.
Leo que mi versión de la parábola del pescador mexicano ha tenido más de un millón de visualizaciones en TikTok -no sé qué es eso- en una veintena de horas. Ojalá quienes se acercan a esa historia se percaten de que no se trata, sin más, de un chiste.
Hay quien piensa que el sistema se servirá del coronavirus para modificar en su provecho muchas reglas del juego. Y hay quien entiende, en cambio, que la pandemia desnuda la miseria capitalista y abre el camino a respuestas revolucionarias. No desdeñemos esta última percepción
Algunas personas, pocas, echan de menos mi opinión sobre lo que sucede en Ucrania. Aquí van, como discreto homenaje a su paciencia, estas notas rápidas. Se ruega, si les parece, difusión. No encontrarán un texto como este en los grandes medios.
En la fase 0, en la fase 1, en la fase 2 y en la fase 3, los chavales de Alsasua han seguido, y siguen, en la cárcel. Son 1.300 días de odiosa normalidad.
Una vez le preguntaron a Pere Casaldàliga cómo había que combatir el hambre. "El hambre no espera. Al que tiene hambre hay que darle de comer. Luego vendrá lo de enseñarle a pescar. Pero sobre todo, sobre todo, debe saber que el río es suyo", respondió.
#Casaldaliga
Ante lo que se nos echa encima se imponen varias exigencias: dejar atrás la ilusión del crecimiento, repartir radicalmente la riqueza, articular respuestas colectivas y desmilitarizar mentes y sociedades. Necesitamos salir con urgencia, en otras palabras, del capitalismo.
Nunca pido gran cosa para el año entrante. Lo que con carácter inmediato reclamo es autogestión, insumisión, apoyo mutuo, decrecimiento, ruralización, despatriarcalización y descolonización generales. Y, ya más a largo plazo, un roscón. De nata.
En la comunidad científica se abre camino, por fin, la idea de que el cambio climático y la crisis energética exigen, en el mundo rico, reducciones drásticas en la producción y el consumo. ¿Cuánto tiempo será necesario para certificar que el problema mayor se llama capitalismo?
Me fascinan esos neoliberales que, luego de rechazar agriamente todo tipo de intervención de los poderes públicos en la economía, defienden a carta cabal, sin embargo, la enseñanza concertada.
En el país de Felipe VI, esos jóvenes filántropos de La Manada han pasado las navidades en casa, mientras otros jóvenes, los de Alsasua, llevan muchos meses en la cárcel. Gracias, su majestad, por recordarlo ayer en su exaltación de la concordia.
Cuando se habla tanto de cambio climático, o de emergencia climática, y tan poco de capitalismo, de decrecimiento, de colapso y de ecofascismo se alienta una impresentable ceremonia de la confusión. En ella estamos.
Lamenta el emérito que los jóvenes lo asocien con Corinna, elefantes y maletines. Los mayores, más generosos, vemos en él, en cambio, una pieza clave en la farsa de la transición, el albacea de los poderes fácticos, un sicario de EEUU y el adalid del capitalismo patrio.
Ahora solo falta, señor Sánchez, que expulse a la embajadora de Israel, promueva el encausamiento de un puñado de genocidas y abrace la campaña de boicot, desinversiones y sanciones (BDS), incluida, claro, la prohibición de vender armas a una maquinaria de terror. ¡Ánimo!
No pido gran cosa para el año entrante. Con carácter inmediato, lo que reclamo es autogestión, insumisión, apoyo mutuo, decrecimiento, rerruralización, despatriarcalización y descolonización generales. Y, ya más a largo plazo, un roscón.
El presidente de Aragón afirma que “casi todos los grandes autores catalanes escriben en español”. ¿Será que son escritores menores Espriu, Foix, Guimerá, Maragall, Marçal, Rodoreda, Riba, Riera, Roig y Verdaguer? ¿O será que el presidente aragonés es un ignorante?
Los niños asesinados en Yemen por la coalición saudí no dan para un "Je suis Yemen". Eran pobres, vivían en un lugar inadecuado y los medios están a otras cosas. Entre ellas, la de callar que las armas de los asesinos las seguimos vendiendo nosotros. "Je suis l'Arabie Saoudite"
Kropotkin murió hace un siglo. Su legado mayor, la teoría del apoyo mutuo, sigue vivo. Y viva está una cosmovisión, el anarcocomunismo, que rescata la herencia de muchas comunidades humanas asentadas en la solidaridad y la autogestión. Gracias por el ejemplo. Y por los libros.
Acaba de fallecer Anguita. Lo traté un poco en tiempos. Lo recuerdo siempre cordial, abierto y, pese a las apariencias, dotado de un humor muy singular. Sabía, además, escuchar. Aunque a menudo no coincidíamos, no tengo duda de que falta gente como él. Que la tierra le sea leve.
Salvador Seguí era, para La Sexta, un 'sindicalista'. Imagino que el manual de estilo prohíbe mencionar que se trataba de un anarcosindicalista. Y que la jornada de ocho horas la logró un sindicato llamado CNT. Interesante la memoria histórica de la progresía biempensante.
Si lo he entendido bien, en el Puente de Vallecas nos van a cerrar los parques. Los parques que no tenemos. A ver cómo se las arreglan. Aunque la ingeniería ha progresado mucho, no lo veo fácil.
Acaba de morir Pere Casaldàliga, una de las personas que más admiro. Defensor, en Brasil, de los pueblos indígenas y de las gentes sin tierra, la suya es la grandeza de quien entregó su vida, sin trampas, al servicio de los desheredados. Que la tierra le sea leve.
#Casaldaliga
Certifico que los medios son capaces de hablar durante horas sobre coronavirus y cambio climático sin mencionar una sola vez la palabra, tabú, 'capitalismo'. Saben, perfectamente, a qué juegan. Y saben qué es lo que preparan.
¿Para qué sirve el confinamiento general si no se aplica a los tertulianos? ¿Qué defensa tiene la población frente a esa forma de tortura, señor Sánchez?
Si la tercera parte de las personas que hoy recordamos a Durruti nos pusiésemos de acuerdo, este país -ponga el nombre que quiera- pegaría un buen revolcón.
Antes que una tercera república me inclino por reclamar una segunda anarquía. Me interesan más quienes en 1936 decidieron colectivizar tierras e industrias que quienes, los dirigentes republicanos, a menudo prefirieron negociar con los militares y negar armas a los sindicatos
La mayoría de quienes 'informan' de la detención de diabólicos anarquistas reproducen sin más las manipulaciones oficiales. Ni cotejan fuentes, ni sopesan entornos, ni recuerdan lo ocurrido con informaciones similares en el pasado. Son meras sucursales del poder y sus aparatos.
¿Cómo es posible que los mismos presentadores de televisión que el lunes avisan de las secuelas del cambio climático celebren el martes con alegría, y con frivolidad, el orgasmo lumínico al que se entregan esas dos desgracias humanas que son los alcaldes de Vigo y de Madrid?
Ha muerto David Graeber, antropólogo anarquista que nos ha ayudado a desvelar la miseria del capitalismo de hoy y que se ha dejado la piel con Rojava. Pocos autores he leído más, y he citado más, en los últimos años. Echaremos de menos sus escritos. Que la tierra le sea leve.
Muchos periodistas españoles acatan el adjetivo 'libertario' con que Milei se describe a sí mismo. En el castellano europeo ese adjetivo es sinónimo casi perfecto, sin embargo, de 'anarquista' y se halla felizmente en los antípodas de lo que defiende ese tronado.
Vale que nos vendan que Biden es un mal menor. Pero convertirlo en adalid de la democracia, la justicia y la igualdad es delirar. Con él nos esperan, como con Trump, el gobierno de las grandes empresas, la miseria imperial de siempre y el aplastamiento de toda disidencia.
Parece que por ahí adelante, en la Unión Europea, hay instancias que recelan del buen hacer de la justicia española. Cómo van a flipar el día en que se enteren de la sentencia de lo de Altsasu.
Los servicios esenciales de hoy incluyen un artículo de Felipe González en el diario humorístico El País y la esperadísima entrevista con Miguel Ángel Revilla en La Sexta. Me alegro de que dos filántropos, siempre silenciados, se abran un hueco en nuestros corazones.
Leo por ahí que la audiencia de La Sexta Noche está cayendo en picado. Lo último que querría es dar consejos a quienes, de estas cosas y de tantas otras, mucho más saben que yo. Pero creo que no estaría de más que entrevistasen algún día a Miguel Ángel Revilla.
Supongo que, una vez que ha podido certificarse que las detenciones de varios miembros de los CDR tenían nulo fundamento, el ministro del Interior presentará su dimisión. Podrían dimitir con él, también, los periodistas, tan sagaces, que cubren o glosan esas noticias.
Ya se habrán hecho esta pregunta: ¿cómo es posible que entre los ocho mil infectados por el coronavirus haya tantos políticos conocidos? ¿Será que se han ofrecido en holocausto o será, mucho menos probable, que se les practican pruebas que no están al alcance de los mortales?
Es increíble que La Sexta Noche no haya contado con Miguel Ángel Revilla para glosar lo ocurrido con el 15M. Qué pocos espacios quedan para el pensamiento crítico.
No sé si lo que se nos viene encima tiene solución. Si la tiene, pasa inexorablemente por poner los frenos de emergencia en los países del Norte y por redistribuir igualitariamente la riqueza en todo el planeta. O, lo que es lo mismo, por salir de la miseria capitalista.
HISTORIA de la FILOSOFÍA en ESPAÑA.
Fernando Savater imparte la conferencia inaugural del último congreso de los empresarios de los salones de apuestas y máquinas tragaperras (¿Amador acabó siendo ludópata?)
Es uno de los momentos peores de mi vida. Tras muchos años intentando desentrañar aquí las materias más sesudas, mi intervención de mayor eco en las redes se ha producido esta noche, al calor de una cacerolada. Dice escuetamente: "He roto la cuchara". No creo que me recupere.
Veo que la colaboración entre dos gobiernos 'progresistas' -el español y el catalán- se vuelca en una lamentable apuesta por ampliar el aeropuerto del Prat. Será para resolver perentorios problemas sociales y para rebajar una huella ecológica desbocada. No había caído en ello.
Gracia tiene que en Podemos se subraye que el PSOE es objeto de las presiones de los grandes poderes económicos. Hay un error craso en el diagnóstico: el PSOE es baluarte central, y activo, de ese esquema de presiones, y no una víctima pasiva de la insania de los poderosos.
Javier Bardem cometió ayer dos errores imperdonables: llamar 'estúpido' al alcalde de Madrid -¿por qué utilizar un término tan suave e inocuo?- y pedir disculpas. Ya saben que, cuando un policía lo acusó de insultarlo, Valle-Inclán precisó: "No es un insulto, es una definición".
Cada vez me topo con más gentes 'de izquierda' empeñadas en convencerme de que la batalla mayor no se libra en fábricas o barrios, sino en las redes sociales. En forma de barricadas en Twitter y okupaciones en Facebook. No quiero ni pensar cómo será la insurrección que viene.
Morreu Lucio Urtubia, o último dos anarquistas expropiadores. Lembro-o vital, divertido, muito falador e em permanente liorta com os poderosos. Se eles fabricam dinheiro, que razão nos impede fazer o mesmo? Que a terra lhe seja leve. E que fique o seu exemplo.
Revilla ha exhortado a los madrileños a visitar Cantabria este puente. Sabíamos que era un charlatán de feria promovido por un canal, La Sexta, líder en telebasura política. Ahora certificamos que es, también, un psicópata fuera de control.
¿En El País, en La Vanguardia, en La Razón, en La Sexta, en la SER, en El Mundo, en el ABC o en RTVE, habrá algún periodista que sepa separar el 15M asambleario, autogestionario e iconoclasta de lo que ha significado, y significa, Podemos?
Ya sé que, dada la hondura de la campaña electoral en curso, esto apenas importa. Hace 87 años, sin embargo, muchos de nuestros abuelos y abuelas pusieron en marcha una revolución social. Quiero recordarlos con admiración sin límites.
Díaz Ayuso lleva razón. La culpa de lo que pasa en Madrid la tiene el gobierno central, que permitió en primavera que la comunidad autónoma quemase fases con sorprendente rapidez y dejó cosas serias en manos de una señora en la que se dan cita ineptitud y negocios truculentos.
Recorro la calle Fuencarral de Madrid. Apenas hay ningún rótulo en castellano. El inglés se impone por doquier. ¿Por qué nuestros nacionalistas españoles, tan preocupados por la irrupción del catalán, el gallego y el vasco, se desentienden por completo de su lengua?
Me señala un buen hombre, desde el anonimato, que quienes tenemos la osadía de contestar lo que significa la OTAN no acertamos a ocultar nuestra admiración por Putin y nuestro desprecio por quienes se solidarizan con la Ucrania invadida. Así está el patio. ¡Lo que nos espera!
Me cuesta trabajo imaginar más basura en la información sobre las manifestaciones por la libertad de Pablo Hasél que la que ofrece en estas horas la televisión pública española. Menos mal que disfrutamos de un magnánimo gobierno progresista.
Por mucho que se empeñe Felipe VI, la transición ecológica no reclama la 'electrificación' de la industria del automóvil. Reclama, antes bien, reducir sensiblemente el peso de esta última y acabar con una vorágine, la nuestra, de desplazamientos y turismo desbocado.
Soy un imbécil terminal. Acabo de recordar que hace años publiqué un libro premonitorio sobre el estado de alarma. Con un subtítulo -socialismo de casino, izquierda anémica, sindicalismo claudicante- que viene hoy al pelo. Soy un Nostradamus moderno. Con nula visión comercial.
A los periodistas que aceptan con ligereza lo que dicen las fuerzas de seguridad conviene recordarles que las operaciones contra grupos anarquistas, lo ocurrido con Resistencia Galega y los hechos que rodearon los atentados de Barcelona de 2017 obligan a ser, como poco, cautos.
La 1 de la televisión pública dedica un largo reportaje a la España vaciada. Ni una palabra sobre autosuficiencia, concejos abiertos, bienes comunales, agroecología, desmercantilización o, claro, decrecimiento. Será que desean que la España vaciada se vacíe por completo.
Hace ocho años que falleció José Luis Sampedro. Cometió algún error mayor en su vida, como por ejemplo, y sin ir más lejos, el de elegir mal su compañero en este libro. Su error es, con todo, mi orgullo.
Al cabo, y con pesar, he aceptado perfilar una actualización de este libro, agotado hace años. Ha sido tras contemplar una tertulia de Cuatro en la que la pulida señora Cifuentes y un sagaz subdirector de ABC describían con finura el contencioso ucraniano. Cómo está el patio.
No sé si la lucha de clases es, como dicen algunos avispados, cosa del pasado. Pero salta a la vista que las clases existen. Me da, en fin, que, como procedimiento de ascenso social, una escalera mecánica vale mucho menos que una puerta giratoria.
Necesitamos grupos de apoyo mutuo, iniciativas de autogestión y un sindicalismo que no mire a otro lado cuando se habla de expropiación. Nos sobran, en cambio, policías, cambalaches electorales, políticos de diseño, letanías cortoplacistas, soflamas patrióticas y televisiones.
El diario satírico El País señala, en uno de sus titulares, que "la guerra reduce Gaza a escombros". Creí que los escombros, y los muertos, los provocaba la maquinaria de terror del ejército israelí. Pero se ve que no es así. La culpa la tiene una maldita y aséptica guerra.
Tenía difícil empeorar a quienes la antecedieron. Pero ahí está Isabel Díaz Ayuso: ignorante, torpe, irracional, oportunista, rastrera, hipócrita, veleta, prepotente, zafia, desleal, tramposa, corrupta y falsa. Y van trece. ¿Hay quién da más?
Estará en la calle el 5 de septiembre, el día del aniversario de mi padre. Léanlo antes de que la autoridad competente, en uso de las facultades que el libro le atribuye, y a tono con los tiempos, lo retire de la circulación.
No preciso que nadie me explique cuáles son las miserias y la inmundicia de la monarquía. Me fascina, sin embargo, que haya quien crea que una república se abstendría de celebrar la parafernalia colonial de la hispanidad y de sacar, al tiempo, sus soldaditos a desfilar.
Me parece bien que se exhorte a comprar en las librerías de barrio. Y mejor aún que se invite a hacerlo en las que no dedican el grueso de su espacio a la farsa del premio Planeta, al libro de Arguiñano y a los superventas de las grandes editoriales. Va por esas librerías.
Me parece bien que al deporte ruso le cierren las puertas de las competiciones internacionales. Es un inicio muy prometedor. Seguro que, en adelante, cuando EEUU e Israel arrasen, como el malnacido de Putin, un país se actuará de la misma forma con sus deportistas. Ya era hora.
Para Ignacio Escolar el PSOE es un partido socialdemócrata y Unidas Podemos una fuerza a la izquierda de la socialdemocracia. Veo yo en el primero, en cambio, una formación liberal subyugada por el nacionalismo de Estado, y en la segunda una fuerza infelizmente socialdemócrata.
Las escalofriantes penas que la Fiscalía pide para los presos políticos catalanes anuncian un fin de régimen. Muchxs recordarán lo ocurrido como una de las últimas astracanadas de un Estado que trata, en cambio, con indisimulada generosidad a torturadores, violadores y corruptos
Con el apoyo de esa organización terrorista llamada OTAN, Turquía ha iniciado una agresión en toda regla en Rojava. La víctima es una sociedad que pelea por la autogestión, la liberación de las mujeres y el respeto por el medio. Defendamos Rojava frente a las garras del capital
Ante la agresión militar turca en Rojava lo suyo es recordar que, lejos de imposiciones religiosas y étnicas, en ese enclave se ha perfilado una economía autogestionaria, las mujeres desempeñan un papel central y se ha preservado una relación fluida con el medio natural.
En la clase política hay personas más tontas, más chabacanas y menos seductoras que Borrell. Me cuesta trabajo creer, sin embargo, que las hay más inmorales. Lo de hoy, lo de las bombas hiperprecisas que se entregan a Arabia Saudí, colma un currículo difícilmente superable.
Si admirable es el esfuerzo de Informe Semanal en materia de denuncia de agresiones medioambientales, más aún lo es la habilidad de los responsables del programa a la hora de esquivar las palabras 'capitalismo' y 'decrecimiento'.
Años atrás los mentores intelectuales de la izquierda eran Walter Benjamin, Antonio Gramsci, José Luis Sampedro y Noam Chomsky. Hoy son Cristina Almeida, Iñaki Gabilondo, Miguel Ángel Revilla y el inefable José Sacristán. ¿Quién ha dicho que la izquierda está en crisis?
Hace siete años que falleció mi amigo José Luis Sampedro. Lo recuerdo, antes que nada, firme y acongojantemente humilde. Ya dije que cuando me muera, en lugar principal, me vendrá a la memoria haber escrito un libro con él. No todo el mundo puede presumir de semejante privilegio.
Seguro que llevaba consigo el metro, no en virtud de su condición de albañil, y sí de resultas del número de veces que distintos malhechores le hacían la misma pregunta.
Podría decir que la sentencia del 'procés' es una vergüenza. Pero lo que es una vergüenza es la (in)justicia española. Tiempo al tiempo: las víctimas de hoy serán, para muchas, los héroes del mañana. Que esto no acaba aquí.
Trilero, chaquetero, improvisador barato, oportunista sin freno, ignorante a carta cabal y siempre servil con los poderosos, Albert Rivera dice representar a los “españoles de bien”. Ahí es nada. Deseo fervientemente que aún queden españoles de mal.
Llamativo es el hecho de que muchos de los grupos de solidaridad que han ido emergiendo hayan decidido autodescribirse como 'de apoyo mutuo'. La historia está hecha de corrientes subterráneas que acaban, vaya por dónde, reapareciendo. No pierda la sonrisa, amigo Kropotkin.
Hay quienes recuerdan hoy a Franco y a Primo de Rivera. Otrxs, más prosaicos, celebran la última hazaña de Sánchez o de Iglesias. Yo prefiero recordar a Durruti y a tantas gentes anónimas que, ochenta años atrás, pelearon por la revolución social. Sin trampa ni cartón
El Aquarius fue flor de un día, las devoluciones en caliente prosiguen, los saudíes compran nuestras armas, la ley mordaza y la reforma laboral refulgen, no habrá impuesto sobre la banca, las puertas giran y Franco duerme el sueño de los injustos. ¡Bravo, Sánchez!
El alcalde de Madrid le señala a una niña que antes preferiría donar unos fondos de ayuda a la restauración de Notre-Dame que a la reconstrucción de la Amazonia. Ya sabía que Martínez-Almeida no andaba sobrado de sentido moral. Confirmo ahora que es irremediablemente tonto.