Ojalá puedas romper con los vínculos que no te hacen bien. Esos que vivís cinco minutos de felicidad y el resto lleno de angustia e incertidumbre que se hacen eternas. Ojalá te des cuenta.
Sí fue un año difícil pero como soy muy de encontrar lo bueno dentro de lo malo lo mejor de este año fue no bajar los brazos y prepararse para hacer caminos nuevos. Porque uno a veces no sabe a donde va pero sabe a donde no quiere volver.
Aprendí a poner las energías en lo que tengo ganas y en lo que me interesa. También aprendí a no gastar ni un poco de mi ser en lo que no puedo cambiar del otro; ni hacerme cargo de lo que no me corresponde.
A veces lo difícil no es aceptar que el otro no es quien uno esperaba que fuera sino aceptar que fue uno el que eligió mal. Difícil es aceptar que fue uno el que eligió dedicarle tiempo a quien no era.