Mi abuela me dijo: es fácil decir que has superado a alguien si no lo has visto. El verdadero reto está en mirarlo a los ojos, ver su sonrisa, oír su voz y seguir siendo capaz de decir “esto ya no es lo que quiero”
Borré todo lo tóxico de mi vida, personas, amigos, actitudes, y aunque al principio me sentí vacía y sentí que perdía mucho, me gané a mi, y con eso gané todo. Y ahora soy verdaderamente feliz. No es un camino fácil, duele. Pero vale la pena.
Este año aprendí que hasta la persona más cercana puede pisarte, que ese amigo incondicional puede dejar de serlo en 10 minutos, que te pueden cambiar por cualquiera que se les cruce, que la persona menos esperada puede ser la mejor y que amigos de verdad son muy pocos.
Tenía la creencia de que si no te metías con nadie, nadie se metía contigo. Pero no es así, porque hay gente a la que le molesta tu felicidad, tu físico, tu esencia, tus gustos, qué haces y que dejas de hacer.
Sal con alguien que entienda tus problemas, que sepa que eres alguien con errores y que a veces tu humor es una porquería, pero que vales la pena y no puedes ser normal, te dé amor para calmar tus problemas, sal con alguien que te sume y no que te reste.
Que lindo cuando te liberas de ese sentimiento tóxico por esa persona que te hacía daño y ya no sientes absolutamente nada, no te importa si te habla, no te importa lo que hace, ni si aparece en tu vida o no. Finalmente te liberas y recuperas esa paz que te robó por mucho tiempo.
Si supieran cuánto tiempo, esfuerzo, miedo, ansiedad y lágrimas cuesta volver a reconstruirse, entenderían porque por qué hay que tener cuidado al elegir quien entra a nuestras vidas y quien no. A veces hay personas que no les importa rompernos y dejarnos vacíos.
Hay días que nadie entiende tus partes rotas. Que las heridas son muchas, que las sonrisas son pocas. Que no hay abrazo en tus derrotas. Hay días largos, pero la vida es corta. Hay días que estás triste, y no se dan cuenta, o no les importa.
Hay que cuidarse. De la gente jodida. De esa que promete todo y no cumple nada. Que vende alas pero regala caídas. Hay que cuidarse de los manipuladores. Porque huelen bien, pero están llenos de mierda.