Papá, tengo tanto que agradecerte, tanta vida entregada, tanto cuidado. Pese a todos los años transcurridos, me siguen conmoviendo tus ojos y tu sonrisa que, cansados por el tiempo, aún nos hablan de amor. Doy gracias a Dios por tenerte aún con nosotros. ¡¡¡Felices 90 abriles!!!