Hoy he salido por primera vez a la calle sin taparme la cabeza. Una niña se me ha quedado mirando y su madre le ha dicho: "¿a que está guapísima?"
La verdad es que yo también me veo guapa. Pensaba que mi imagen sin pelo se me haría muy dura, pero me gusta esta nueva yo.
Si tanto os gusta opinar sobre mi cuerpo, de acuerdo, hablemos de él. Mido 1'66cm y peso 42kg. En los últimos cuatro meses he perdido ocho kilos. ¿Por gusto? No. Por un cáncer gástrico y seis ciclos de quimioterapia.
Nunca había tenido tantas ganas de despedir un año como a éste. 2020 ha sido, sin duda, el peor de mi vida. Me encantaría poder olvidarme de él, pero me ha condenado a recordarlo toda la vida.
Abro hilo.
El pasado 3 de Septiembre, Olatz nos dejó para siempre y nos gustaría daros las gracias por el apoyo y el cariño que siempre le transmitisteis y que nosotros hemos recogido.
Hola, quimioterapia. Ya no eres amiga. Vengo a decirte que me has decepcionado. Creía que ibas a hacer mucho más de lo que has hecho. Tras el primer TAC que decía que la enfermedad estaba controlada, confíe en ti. Pero ayer me dieron una mala noticia.
Llevo días pensando cómo contaros que los resultados del TAC no han sido buenos y que este tratamiento termina aquí para mí. Ahora toca buscar otras opciones.
No paramos.
Mi compañero de batallas, mi escudo, mi fuerza. Siempre he pensado que una persona no necesita a otra para vivir, pero él me hace falta para sobrevivir.
Después de un mes agotador de screening para el ensayo lleno de pruebas, consultas y kilómetros, muchos kilómetros, hoy empezamos esta nueva etapa con ganas, ilusión y fé, sobre todo mucha fé en que esta vez sí.
Que la ciencia me salve.
#MasInvestigacionParaMasVida
Empiezo otro tratamiento en unos días y espero que éste sea el adecuado, porque tú no lo has sido. Ahora toca salir del agujero en el que me metiste para seguir. Porque seguimos.
Soy fuerte. Nunca pensé que lo diría, pero lo soy. Echo la vista atrás y, joder, me sorprendo a mí misma de que, con todo lo que me pasado, siga sonriendo.
Siga bailando.
Siga viviendo.
Porque si algo me ha enseñado este 2020 es precisamente a eso: a vivir.
¡¡AAAAAAAH!! ¡¡Estoy emocionadísima!! No tengo palabras. Gracias
@JRhodesPianist
. Créeme que no hay mejor regalo que éste para mi último día de quimioterapia. Esa preciosa Leica fotografiará mi recuperación.
En cuanto a lo de
#Spiriman
, sus palabras lejos de darme fuerzas y esperanza, lo que me hacen es sentirme la mayor fracasada del mundo porque los tratamientos en mí no estén funcionando como deberían aún teniendo unas inmensas ganas de vivir.
Hoy,
#DiaMundialDeLaSalud
,
me acuerdo de todos esos años
que gocé de ella y nunca la valoré.
Sois unos privilegiados por tenerla.
No lo olvidéis nunca.
Por las mujeres enfermas e inmunodeprimidas que necesitamos los hospitales al máximo rendimiento para cubrir nuestras necesidades, el acto más feminista este
#8M
para mí es quedarse en casa. Reivindiquemos desde nuestros balcones y RRSS.
Y lo expongo, sí, porque estoy orgullosa de él; de lo que ha pasado estos últimos meses, de cómo ha afrontado un tratamiento muy agresivo y de cómo, a pesar de todo, me sigue pidiendo correr, saltar, bailar y disfrutar.
Ayer una trabajadora social de la
@aecc_es
me dijo: "Olatz, tu situación económica va a cambiar drásticamente en los próximos dos meses".
En este último año me he centrado únicamente en mi salud, pero creo que es importante hablaros también de esta otra parte de la enfermedad.
Ayer mi oncóloga me dijo que la detección precoz de cáncer en gente joven es muy difícil porque "se da por hecho de que, por su edad, no tendrá un tumor maligno". Hay que cambiar esta realidad. La sanidad pública necesita un cambio protocolario en la atención a gente joven.
Nunca he sido muy convencional, así que mi enfermedad tampoco lo iba a ser. Después de tres tratamientos estándares fallidos pasamos a "fase experimental" o lo que es lo mismo, ensayo clínico. No me voy a rendir.
He tenido que aceptarme y quererme en un cuerpo nuevo. Y os digo una cosa: lo quiero. Lo quiero con toda mi alma porque está luchando contra un gigante.
"Permítete caer". Esas fueron las palabras de mi oncólogo el pasado jueves. Y lo hice. Le hice caso. Después de cuatro días en los que mi cabeza necesitaba soltar toda la rabia y la frustración que llevaba dentro, vuelvo.
Resiliencia lo llaman.
O que no te queda otra también.
Creemos que no puede haber un mejor homenaje para Olatz que continuar con su lucha.
Sabemos que en muchos ha dejado un recuerdo imborrable, gracias de corazón por vuestro cariño. ❤️
Sé que parte de mi "mala suerte" viene de tener que haber vivido esta enfermedad grave en mitad de una pandemia. La COVID-19 está ahí, pero el cáncer también, y un diagnóstico precoz es la mejor cura para esta enfermedad.
Quiero que sepáis que los resultados del TAC no han sido buenos. La semana que viene empiezo un nuevo tratamiento. Os lo cuento porque he decidido que voy a desaparecer unos días y no quiero crear un alarmismo innecesario. Yo me encuentro bien, y eso es lo más importante.
Esto es un mensaje para la Olatz del futuro. La Olatz que no puede levantarse de la cama. La Olatz que corre al baño para vomitar. La Olatz que se pasa horas y horas con náuseas. La Olatz que no ve fin a ese infierno. Mira dónde estuviste ayer, y mira dónde estás hoy. Todo pasa.
Camino de Barcelona para el segundo ciclo del ensayo. No os voy a negar que los viajes cada vez me cuestan más. Hoy ha sonado la alarma a las seis de la mañana. He mirado a mi izquierda. Urko dormía. Niebla a mis pies. "Un poquito más, Olatz". Y arriba.
Hoy me he emocionado mucho cuando me han puesto la vacuna del
@CoronaVid19
. Que te diagnostiquen cáncer es una putada, pero que lo hagan en mitad de una pandemia es aún peor. Me quedan muchos abrazos por dar y recibir y gracias a ella cada vez los siento más cerca.
La enfermedad estaba otra vez descontrolada. No has hecho tu trabajo en estos tres últimos cilos, y eso me dolió; me dolió mucho. Me provocaste tres ataques de ansiedad y miles de lágrimas. No me lo esperaba. No lo vi venir, pero por suerte hay opciones: el plan B.
Hoy he vuelto a coger la cámara y me he enfrentado a mi nueva imagen, esa que tanto me ha hecho llorar en estos dos meses. Esta soy yo sin pestañas, sin la mitad de mis cejas, con ojeras rojizas y párpados hinchados.
¡Hola! Vengo a pediros que os pongáis la mascarilla. No cuesta tanto, de verdad, y a las personas inmunodeprimidas como yo nos hacéis un gran favor. Bastante complicada va a ser mi lucha contra el cáncer como para ponerme a luchar también contra vuestra irresponsabilidad.
Y hasta hoy. Más de dos meses después y dos ciclos de quimioterapia a mis espaldas, todavía no entiendo cómo el factor joven es determinante para descartar si tienes una enfermedad grave.
"Con esta quimioterapia no perderás todo el cabello" me dijeron; pero no supieron decirme cuánto. No podía seguir viendo cómo mi pelo no paraba de caerse y de caerse. Así que ayer cogí una maquinilla y no dudé en quitármelo todo. Si algo me está dando el
#cancer
son momentos así.
El lenguaje bélico que engloba al cáncer no hace más que depositar en el paciente una responsabilidad que muchas veces nos asfixia, y os explico por qué.
Abro hilo.
Después de muchos meses de trabajo, el libro de Olatz, titulado "Minbizia: Un viaje a través de la enfermedad" llegará a las librerías el 9 de noviembre. En él se recopilan las fotografías y testimonios que escribió durante su enfermedad.
Lo único que me reconfortaba eran las palabras de mi oncóloga tras las analíticas: "Olatz, estás perfecta". Porque en muchas ocasiones delgadez no es sinónimo de desnutrición.
Después de dos días de mierda hoy ya me encuentro mucho mejor. Así es la enfermedad: no confiarse en los días buenos, pero tampoco desesperarse en los malos. Todo pasa.
He tenido que mirarme en el espejo y reconocerme de nuevo en sus nuevas curvas, nuevos huesos salientes, nuevas proporciones. Me he enfrentado a la báscula cada semana con miedo por ver el resultado. He llorado mirándome en el espejo.
Sus redes van a seguir activas, para que podáis seguir disfrutando del legado artístico que nos ha dejado a todos y de su lucha contra el cáncer gástrico.
Además nos gustaría que sus perfiles se conviertan en un canal para seguir luchando contra el cáncer gástrico.
He tenido que comprarme ropa nueva porque la que tenía me quedaba grande. Pantalones, vestidos y camisetas que me encantaban guardadas en una caja porque mi cuerpo ya no era el mismo.
El miércoles pasado empecé con el nuevo tratamiento. Seis sesiones en siete semanas. Después TAC y a esperar a que este, sí, haya hecho efecto. Físicamente me encuentro muy bien, pero anímicamente me está resultando duro aceptar que empiezo, si no desde cero, desde uno.
No me gusta mi cuerpo. Es muy delgado, huesudo, con picos salientes. Un torso con cuerdas de guitarra en mis costados. Un vientre inflamado. Cicatrices a los lados. Un botón a mi derecha. Dos hombros punzantes y brazos de cristal. Pero hoy prometo quererte un poco más.
Por eso este proyecto también incluirá un concurso o venta solidaria de varias de sus fotografías así como de su cámara Leica que ella misma recibió de James Rhodes. La información completa la publicaremos en sus redes.
He conocido lo que es el miedo y el dolor; en mí y en las personas de mi alrededor. He visto cómo mi vida se derrumbaba delante de mis ojos, y he conseguido levantarme, seguir adelante y luchar. Sobre todo luchar.
Luchar acompañada del amor más verdadero y desinteresado del mundo. Luchar acompañada de mi familia, amigos y amigas.
He vivido cosas que jamás pensé que llegaría a vivir, pero que me han hecho ser la mujer que soy hoy en día y sentirme tremendamente orgullosa de mí.
A las enfermeras que me han acompañado, me acompañan y me acompañarán en este viaje: GRACIAS. En los momentos más difíciles lo hacéis todo un poco más fácil.
#DiadelaEnfermeria
Cada vez que me suena la alarma del teléfono para ir al hospital pienso: "un poquito más, Olatz". Y me levanto. Barcelona y sus salas de espera se han convertido ya en mi segunda casa.
Mi oncólogo me ha dicho que estos días vale, pero que la semana que viene ya no me va a dejar caer.
Yo tampoco.
Si caigo es solo para coger impulso.
Seguimos.
Estamos creando un proyecto de donación para continuar lo que Olatz comenzó.
Como sabéis los que la conocíais, la fotografía era uno de los motores de Olatz.
Varias aclaraciones sobre mi último tweet:
1. No es que la regla me haya vuelto, sino que se me ha ido después de meses de tratamiento, por eso la echo de menos. La foto es de septiembre de 2020.
2. No, no me depilo.
3. Sí, publicar la foto era totalmente necesario.
"Conforme la temperatura aumenta y se aproxima el verano, los animales mudan de pelaje o plumaje, cambiando el color blanco invernal por tonalidades más terrosas".
Me gusta pensar que soy eso; un animal mudando. Así todo es un poco más sencillo.