Siéntete cómoda y libre, pero no solo con la ropa y el calzado.
Si eres risueña, ríete a carcajadas con tus sumis.
Si eres cariñosa no te lo guardes en tu rol de Dómina.
Sensible, racional, pasional, tranquila... No hay una forma de ser exclusiva en el FemDom salvo la tuya propia