Aquí se aprende a escribir
y se aprende a leer poemas,
se hablan muchas cosas sólo
para olvidar los días, nacen y
se escriben letras, historias de
la vida entre un poema y otro...
Yo aprendí a escribir el poema
que habla sólo sobre nosotros.
Una distancia, un te extraño
y un silencio, eso es tu amor.
Un latir, esencia de un sueño
y rayo de sol, eso es tu alma.
Hablo de ti, de mi amor, de tu
encantadora melodía, de esas
cosas del alma tan inolvidables.
Donde soñar es encontrarse.
Con estos pedazos de
poesía que escribo sobre
la piel de tu ausencia, con
estas palabras inspiradas en
albas y atardeceres, lleno de
todas tus sonrisas mi alma y
sonríe la vida, por oírte pasar.
En mis latidos, lo sé, aquí estás.
Tal vez no te recuerde
cada noche, yo no sé si
te recuerde con infinita
ternura en las mañanas
o en los atardeceres, o
quizá yo sólo te recuerde
cuando escribo un poema...
Sólo para divinizar la ausencia.
Te extraño tanto,
por eso sé que te amo
y que te quiero, porque
nunca alguna ausencia
dejó tan vacíos los días.
Sólo una sonrisa tuya era
suficiente... Y todo sonreía.
-Un sueño verdadero-
Mejor hablar de amor
que no decir nada, mejor
hablar de tu sonrisa y de
tu belleza que sólo mirar
el cielo, es mejor escribir
"Te extraño, no me olvides"
que amanecer sin un motivo...
Escribo de un amor. Y es el mío.
Te diré en este verso la
callada verdad de sentir
que estás en mi corazón y
de presentirme en tu mirada...
Ayer, en la calma de la tarde
te dejé un beso en mis palabras.
Dame tu mano,
volvamos a vivir el mundo
juntos, que nuestras dos
manos sean amor y cariño,
el te amo de dos alientos
que conmueve al aire y el amor
que una vez nos marcó a besos.
-El amor nace cuando sonríes-
Yo te llevo muy hondo en
mis sentimientos, tu llevas
estrellas en la mirada para
que yo mire las noches sin
tristeza, llevabas florecitas
de cariño en tus manos y un
jardín de sonrisas en tu rostro...
Esta alegría de recordarlo todo.
Quise tocar tu alma
de tanto y tanto verte
cuando yo pienso en ti,
quise abrazarte, darte un
beso y entrar a tu corazón...
Entre suspiros y sueños, allí
estás. ¡Y entre música y versos,
hay un diálogo eterno con tu amor!
Cuando llega el otoño
el viento busca entre
las flores la rosa de tu
ausencia, hoy el jardín se
ha llenado de hojas secas
y aún sin sol brilla, porque
allí has dejado tus huellas.
-La memoria del viento-
Amarte es como
entregarse al ritmo de
los amaneceres y de los
crepúsculos y contemplar su
belleza enriquecida por el amor...
Esa es la magia que insinúas,
donde hay verdaderas frases de
esa bonita y eterna conversación.
Cuando el corazón
guarda una ilusión
en un poco de cielo,
los sueños nunca acaban.
Te quedaste en mi
corazón para quererte
siempre. Estás en mis palabras.
-Un sueño verdadero-
Te amo, como se ama
la vida, como se aman
los días, como se ama
aquella sonrisa que cada
día acompaña mis palabras
y mis sueños... Y te miro así,
con todo el amor del mundo
en cada carta escrita con el alma.
Mirarte, y en tu rostro
cristalizar sueños, estar
siempre cerca de tus ojos,
siempre en el umbral de tus
labios, entre tus brazos, en tu
memoria y allí donde la sonrisa
de tu alma estallaría conmigo...
Aire y luna dibujarían el camino.
Cuando pienso en ti,
se detienen mis pasos
y se asoma esa melodía
escondida entre mis labios.
Yo camino y voy a todas
partes pero pensar en ti no
es andar, es quedarse a tu lado.
-Y revivir el verso que callamos-
Todo el cielo eres tú
y el sol es tu amor, y
que universo el de tus
ojos con un calor nuevo,
allí en un rayo de sol se
encuentran tus caricias,
por eso te llamo, mi cielo.
-Tan sol, tan luz, tan celeste-
De esta historia, con olor
a un tiempo inolvidable y
que anida en el corazón, hoy
parece más unida que entonces...
Aquí los dos, tu mano en mi
mano. Tu nombre y mi nombre.
Me gustan las palabras
que escribes porque cada
palabra lleva un te quiero. Y
me gusta el amor que tu alma
encierra... Y no quisiera nunca
apartar tus frases de las mías.
Y déjame que yo te escriba,
entre letras te dejaré mi vida.
Estaré a tu lado
dulce amor, cuando
tus ojos me busquen,
cuando tus labios me
vuelvan a decir amor mío...
Donde tus manos busquen
estar entre mis manos, ahí
estará mi amor siempre vivo.
En tus ojos se hace
posible mirar el sol
interminablemente,
sin saber del tiempo.
Y nadie sabe que yo
encontré en tus ojos un
tesoro que duplica el cielo.
-Mi amor a ti-
El amor es silencio
como tu mirada que brilla,
a veces sólo es un murmullo
como una hoja cayendo...
Amor es encontrarte
en la lectura de un poema
y mirar la belleza de tu alma
como signo de lo eterno.
Que nadie sepa que
te extraño y que estás
en mis palabras y en los
versos que leo y te escribo...
Aunque es un poco triste
interrumpir alguna lectura
al encontrar pétalos de una
flor entre las hojas de un libro.
-A un amor inextinguible-
A ella le gustaban los
amaneceres y las gotas
de rocío... De aquel mar le
agradaba la luz crepuscular,
¡Todo eso le anunciaba amor!
Del jardín, le atraían los suaves
pétalos rojos, ella amaba un poco
de soledad en un lugar lleno de sol.
-Donde nace el silencio-
La vida no es así como
a veces se sueña, la vida
son aquellos días difíciles,
el frío del invierno, el sollozo
de un jardín cuando falta el sol...
Y en medio de todo eso, a veces
un abrazo y un beso, una sonrisa,
un poco de eso que llamamos amor.
Escribo pensando en tus
ojos y en ellos te dejo mis
palabras, quizá no digan
nada, son sólo melancolías.
Quizá cuando entré en tu
corazón, salí lleno de poesía.
Si te escribí fue melancolía,
si pienso en ti sueño en ir de
tu mano en la cita con la vida,
si me escribes sueño contigo,
si te hablé fue por pensar en ti,
si vuelves deshojaremos rosas
sobre nuestro libro de poemas...
Y una canción hará que florezca.
Yo pensaba sólo en ti
cuando eras ausencia,
y pensaba sólo en verte
y sentarme a tu lado
y beber el amor de tus labios
y escuchar como pasa la
vida y se ama a diario.
Y miraba el jardín buscando
ansiosamente tus manos.
Todo es posible cuando
una mano se extiende y otra
mano igual de cariñosa la
estrecha, es como una cesta
de sonrisas y lindas promesas...
En una sola mirada hay un
sabor de alegría que nunca se olvida. ¡Y es la palabra más bella!
Hay miradas que aman y
la tuya es cielo y es poesía:
Poesía ven, sonríe, ilumina,
hablame y vuelve a mirarme...
Me recordarás la voz de tus
ojos, tranquilos como la tarde.
El amor es como una
caricia tierna, una linda
sonrisa acompañada de
unas palabras que entren
en el alma con mil abrazos...
El amor, son dos corazones
donde no hay más que cariño
en la mirada, dándose la mano.
Dejemos nuestro corazón
entregado a los sueños, ni
cerrado ni abierto, sin saber
del tiempo, sin decir palabra:
Yo veo el destino de mis ojos
leyendo sobre el jardín de tu
mirada, esperando aquel sí...
Y amarte, no hay más que decir.
Saber mirar, recordar y
soñar con un sólo sentir,
evocar unas palabras de
amor sólo en la voz de ella,
en sus labios hacer florecer
la música y traer esa canción
de un te quiero y un te adoro...
Con los recuerdos en los ojos.
Ella tiene el nombre del
amor cuando florece, de
la sonrisa porque es tan
dulce, del cariño cuando
es tan cálida. Cuando brilla
sobre mis ojos como nunca,
yo la llamo el amor de mi vida.
-Sonrisa de ensueño y maravilla-
Nunca serás ausencia
ni olvido. A solas desde
mi corazón vi tu mano
despidiéndose hace rato.
Desde mi pecho te veré
mañana y tus recuerdos
perpetuarán nuestro abrazo.
-En el sueño más dulce-
Decirte que mi corazón
lo dejé puesto en tus ojos.
Y para seguirte y hallarte
quise ser tu propio silencio...
Quise que tu voz se quede
conmigo como sueño eterno.
El amor de verdad, se anuncia
siempre y permanece en el aire
murmurando. Y en las noches
ilumina la vida que da comienzo.
Son sólo dos palabras con esa
mirada que pone los cimientos.
El amor es un árbol
que crece con cariño
cada día, con palabras
de amor, con una sonrisa...
Hasta lo más alto van
los enamorados, hasta
una altura que es infinita,
es allí donde florece la dicha.
Un día ella fue mi vida al
despertar, yo fui su alma
al amanecer, yo di a sus
sueños amor y calor, ella
quizá sabe que la amo y
que la extraño, pero ella
no sabe, no sabe cuánto...
Cuanto silencio y amor callado.
Qué bien se siente
escuchar su risa, cuánto
brillan sus ojos, qué bien
saben esas palabras con
las que acaricia su mirada...
Qué amor tan bonito y tan
grande, qué magnífico es el
amor que busqué para mi alma.
Yo simplemente dejé a
tu lado todo este anhelo
sin abandonar nunca las
alas rotas de este sueño
llamado amor. Y no viste
mis labios que se morían
en silencio sin tus besos.
-Ni veías todo mi sentimiento-
No sé, pero desde que te
conocí, el jardín tiene más
flores y la tarde más horas
y más momentos de alegría...
Hay silencios tan bonitos que
enriquecen el amor y la poesía.
Mirar pasar los sueños,
es mirar pasar tu cuerpo
y tu perfume de amor, tu
pasión y tu belleza. Y mi
sueño vuela con lo brazos
abiertos y mil besos hasta
tu alma, hasta tus labios...
A borrar el ansia de besarnos.
Pensando en ti,
me doy cuenta
que las más bonitas
palabras que he pensado
nunca las he escrito,
sólo las pensé a tu lado...
Un atardecer contigo
contemplando la belleza de un lago.
Mirarte a ti primero
antes que a la luz del
día, mirarte junto a mi
estando yo dormido,
porque tu eres mi sueño,
y encuentro la alegría de vivir
en ti cuando me despierto.
-Un sueño verdadero-
Jamás una piel me tocó tan
cerca del alma, ni unos labios
tuvieron tantos recuerdos, ni
una mirada aludió a mil sueños...
Te escribo sólo a ti en secreto,
pues sólo así no existe el tiempo.
Cuando te extraño,
con un pensamiento
ya estás en mis brazos,
aquí donde cada instante
fuimos simplemente tú y yo...
Un sitio sin horas, sin prisa,
muy dentro del corazón, aquí
donde latía un mundo de amor.
Alguien me dijo que extrañar
tanto es amar, que eso era el
amor, en ese silencio amoroso
se abraza lo que no pudo ser...
Yo veo el amor al otro lado del
mar, brillando en un amanecer.
Te quiero, a pesar del
destino, de la distancia y
el tiempo y estoy contento
porque he vivido, y vuelvo a
verte cuando me acuerdo de ti...
Siempre estás allí, tus pasos
me acompañan en todo, que si
leo algún libro o te voy a escribir.
-Palabras y atardeceres-
¡Nuestro destino fue
encontrarnos! Cuando
oí tus pasos hubo brisas
con un eco de música que
flotó en nuestros corazones...
Y te llamé como mi alegría de
hoy y mi sonrisa de cada noche:
Niña brisa con perfume de amores.
Al leerte, reconozco
tus frases, tu letra, tu
hermoso pensamiento,
te leo y busco un nombre
que agrego en cada largo
silencio de nuestro anhelo...
Te leo... Y te responderé
que yo también te quiero.
Un poema es un
amanecer salido de
tus ojos, un atardecer
es una canción de amor
que en tu mirada escribes...
Escribe siempre a todas
horas, es lo más bello que
existe cuando tu me sonríes.
Allá van tus miradas
envueltas en ternura,
nunca van desnudas,
alimentan mi sangre, mi latido...
Son palabras, son voces
rondando en la mañana,
son letras que cautivan
y que van señalando mi camino.
La tarde perfecta es
a tu lado y esa tarde es
alegremente todos los
días al soñar con la vida,
porque esta historia tuya
y mía se construye a cada
instante con el amor que
reflejan nuestras pupilas.
Te leí en silencio
y así en silencio besé
tu frente y cada palabra tuya,
aún sé muy poco de ti, casi nada...
Pero confío más
en el eco del silencio,
en la voz del alma, en el latido
de un corazón inmenso, en la mirada.
Me gusta pensar en tus
palabras y unirlas a las mías,
ponerlas en los atardeceres
y soñar lo que te voy a escribir...
Y si, entre ellas tú. Yo sé que
vas a leerlas y que vas a sonreír.
Sólo tú sabes ser poesía
sin decir palabras, como
ayer cuando nos miramos
y los dos callamos, y sólo
habló nuestra propia alma,
que iluminó a través de los
ojos los dulces instantes de
amarnos, sin decirnos nada.
-Mis silencios son tuyos-
La palabra más bonita,
de poesía, de música, de
sinfonía del mar y azul del
cielo, suena a ti y a tu voz...
Es canto que se hizo eterno,
aquí, en el interior del corazón.
Te recuerdo
tan tierna, tan dulce,
tan cariñosa y tan poeta,
con tu mirada apacible y serena...
Tan resplandeciente y lejana
que al mirar el cielo
imagino poder citarnos
en la luna o en cualquier estrella.
Amarte es extrañarte,
querer saber de ti cuando
no estás conmigo, amarte
es cerrar los ojos y soñarte
con aquel amor sin limites,
donde las almas se abrazan
para siempre, donde el cariño
se desborda y no puede evitarse.
-Entrelazando amaneceres-
Cuando pienso en ti,
el aire se impregna de
un perfume suave que
guarda mi alma y expresa
mi alegría más secreta.
Un olor a sueños se eleva
y me dice en voz baja, es ella.
-Perfume de ilusiones-
¡Quizá mañana!
Cuando mi alma viva
siempre en tu corazón
y vuelva a besar tus labios...
Cuando el viento vuelva
a cantar nuestra vieja
ilusión. ¡Cuando la noche
sea en tu piel y en mis manos!
Y es amor, simplemente
porque así lo siento, y es
amor porque estás en la
alegre lectura de un poema,
naciendo como una rosa viva...
Y al pensarte hay un cielo
de música que roza la piel,
un grandioso azul de melodía.
Eres el amor que
yo quiero, el beso
que me llama, sin
importar si pasaron
los meses y los años.
Ese es el amor que quiero,
el abrazo que yo he soñado.
-Quererse siempre así-
Se fue tu mirada,
se escondió la luz,
ya siempre atardece
temprano, sin risas, ni
cantos, sin bellas notas...
En el jardín aún riman
algunos besos mientras
se van muriendo las rosas.
-Añoranzas y melancolías-
Soltamos a un tiempo
nuestras manos,
pero nunca nuestros corazones,
en espera de volverse amar,
fuimos por caminos opuestos
esperando que un día...
El quizá de la vida nos vuelva a juntar.
El tiempo del otoño y
el jardín donde pisabas
no han cambiado nada,
tu nombre, el aroma y las
flores permanecen al viento.
Aquella luz en tu mirada, es
siempre la flor de un recuerdo.
-La memoria del viento-
Donde comienza el amor
allí nace la vida, es un nuevo
recorrido, un nuevo amanecer
con otro tiempo, más extenso...
Es otro principio, un camino
de música muy afín al silencio.
Un te extraño es un
te amo, un silencio es
un recuerdo, pensar en
ti es abrazarte en secreto.
La soledad no es el olvido
si yo te escribo algún verso.
Y cada día escribo un suspiro
entre el siempre y el recuerdo.
Amar tu corazón y
entrar a tu alma, allí
donde perdura la vida,
donde hay más amor y
todo tiene luz, tiene color...
Donde somos uno sólo y
a pesar de todo, dentro del
corazón allí estamos nosotros.
Las palabras no deben
estar tristes, ni las hojas
secas, cuando amanezca
sólo debería haber flores
y palabras nuevas, por si
algún pensamiento triste
muy en silencio nos besa...
Y muy quedito nos dice ¡Es ella!
Yo ya había olvidado ese
poema, pero alguien movió
una palabra y hallé tus ojos.
Y se movieron los recuerdos...
Y en palabras de amor volvió
un sueño, volví a mirar el cielo.
Cuando nos miramos
aprendí a leer tus ojos.
Y tus ojos me enseñaron
también a escribir versos...
Y las palabras vinieron para
descifrar el más puro silencio.
En las tardes de
septiembre pienso
más en ti, me reclino
en tu recuerdo y más te adoro...
Allí está mi corazón, en ti
y en aquellas tardes, cuando
las flores se abrían sin importar
que aquellas horas ya caía el otoño.
Tan cerca de mi alma,
pero tan lejos de mis
manos, estás aquí tan
presente, tan ausente...
Yo, acaricio tu sonrisa,
tú acomodas tu cabeza
en mi hombro levemente.
-El amor nace cuando sonríes-
Existe un amor que abre sus
alas, un amor de profundo
espíritu, un amor que abraza,
un amor que tiende la mano...
Un amor como se debe amar
y vivir, que trasciende los años.
Puedo mirarte cuando
el silencio irrumpe en las
noches, cuando todo se ha
ido y sólo apareces tú, donde
no hay frontera, ni límite preciso...
Amor, cierra los ojos y sueña,
volemos al infinito, a ese lugar,
a donde sólo quedes tú conmigo.
Siempre llevo la huella
de tu mano en mi mano,
y tu mano entre la mía me
dice algo más que tu mirada.
En nuestro amor infinito
ya no nos miramos con los
ojos, nos sentimos con el alma.
-Mi amor a ti-
Una tarde en tus pupilas
te dejé mi vida. Y en el lugar
de ese atardecer me negué a
pronunciar la palabra olvido...
Todo un mundo tan lleno
de momentos, que es mío.
Toda la vida me
acordaré cuando nos
miramos y sin decir
nada nos besamos y mi
corazón se abrió para ti
en éxtasis eterno... Y no
sabes lo que entonces sentí.
-Como un sueño-
El aire huele a ti, a poesía,
a pensamientos, al húmedo
olor de las rosas, a este aire
de agosto, de amor, sol y mar...
Aire de amar toda la vida con
mágicas puestas de sol, quizá.
Entre mis labios
late siempre el beso
de tu encuentro, cuando
sujetaste amorosa mi mano
y con tus alas mojadas
de rocío me entregaste el
sueño que decía... Yo te amo.
-Quererse siempre así-
El tiempo a su lado
era más sutil, como
un manantial lleno de
historia, hecho para el
amor infinito del abrazo...
En sus ojos cabía la
luna y en sus brazos
todo el cielo estrellado.
-Cuando se ama tanto-
Un sueño verdadero no tiene
fin... Es como hablar siempre
con el corazón a través de los
ojos y situarse lejos del olvido...
Si buscas en mi alma, verás
que eres tú, por lo que yo vivo.
Qué amor más grande
cuando dos corazones
en un instante tocaron sus
almas, tocaron sus sueños
y se aman aún sin mirarse...
Más allá de lo que no se ve hay
amor, sin saber porqué, sólo se
presiente sin tener que explicarse.
Y tu recuerdo es música,
una canción en mi memoria
para decir te quiero, te extraño.
Si escucharas mi pensamiento
sabrías de poemas y silencios
de sueños y canciones y como
siempre pienso en ti, hallarías
sólo música en mis recuerdos.
-Notas que dejaste olvidadas-
Que mi nostalgia te
la lleve el viento y que
la tristeza de tu ausencia
llegue hasta ti con la brisa.
Que vuelen con tanto amor
a ti, que su beso y su premura
fuera el principio de una sonrisa.
-El amor nace cuando sonríes-
Eres como un lugar
de mucha belleza,
lleno de nubes blancas,
amorosamente cerca del cielo...
Un lugar de muchas alas
y de amaneceres bonitos,
tan lleno de sol de junio
y de auroras llenas de sueños.
Un día empecé a vivir,
y antes que escribir otro
poema, tomé tu corazón.
Y escribimos nuestros besos...
Y leí tus ojos. Y cerré la puerta
para estar a solas con tus versos.
De las palabras de un poema
nació una flor, muy dulce a los
sentidos, y abrió el sueño para
una balada que ha de dar el sol...
Quizá está por llegar algún
amanecer de dulcísimo amor.
Siempre hay una
mirada de amor que
no se olvida, de una luz
para otra luz, de una tarde
crepuscular para las pupilas...
Como el mensaje de tus
ojos que duró un segundo,
pero lo guardaré toda la vida.
Para poder llamarte amor,
te entregué el sol, porque tú
ya eras la vida, todo mi mundo,
el cielo donde te soñó mi alma...
Y que bonito haberte amado
y que luz tuvieron las mañanas.
Allí estoy, a tu lado,
¿Me escuchas? Cierra
tus ojos, oye, sienteme
ahora, allí estoy contigo,
como brisa y beso, como
ese sueño que acariciaste,
como un poco de aire cálido.
-Breve, como el primer suspiro-
Yo hubiera querido
estar siempre junto a
a ti, pero marzo se llevó
tantos atardeceres con los
colores de un paisaje íntimo,
como el viento las palabras
más dulces... Y yo no quería
nada, sino sólo estar contigo.
-El primero de todos mis sueños-