Durante los últimos 3-4 km de una carrera como una media maratón podría tomarme todos los geles de hidratos que quiera, que lleven toda la cafeína del mundo, que ya os digo yo que nada me estimula más que oír el nombre de Julia en boca del resto de corredores y en el público. Esa es mi hija. Julia. Un torbellino que no se puede estar quieta un momento pero que ayer hizo que las piernas de su padre corrieran durante 2h empujando la silla donde ella aguantó estoicamente hasta cruzar la meta acompañada como veis por sus dos escuderos, sus hermanos Joaquín y Pablo. Ha sido una media muy especial por todas las dudas que me surgieron y que seguirán surgiendo, porque la cabeza no acompaña siempre y porque el cuerpo es el que es… En fin…este mes viene calentito con varias pruebas y como colofón la media maratón de Cartagena el día 2 de marzo…seguimos!!