teniéndolos presentes en nuestras oraciones, recordando su fe activa, su amor entrañable y su esperanza perseverante en nuestro Señor Jesucristo 1Ts 1,2-3
Con el Poder de la Sangre de Jesús sellamos tierra, puertas, ventanas, objetos, paredes, pisos y el aire que respiramos, y en fe colocamos un círculo de Su Sangre alrededor de toda nuestra familia