"Es tan corto el amor y tan largo el olvido"...
Ya me olvidé del color de sus ojos, de su talla, de su dirección, y estoy casi por, con su número de calzado.
No soy de los de arrepentirme de nada. Pero mirándolo fríamente, tampoco está mal el echar para atrás cuando se sabe que no tiene sentido insistir en rebotar contra la misma pared.