Desarrolla la autodisciplina.
“La autodisciplina es la habilidad de hacer que hagas lo que debes hacer, en el momento en el que debes hacerlo, tanto si te apetece como si no”.
- Elbert Hubbard
Piensa positivamente y asume toda la responsabilidad de lo que te ocurre. Niega culpar a otros y quejarte. Solo así estás enfocado en afrontar las dificultades.
La gente exitosa desarrolla los hábitos de la planificación personal estratégica.
Se sienta y hace una lista de lo que quiere conseguir, a corto, medio y largo plazo.
Luego, crea modelos y planes de acción que seguirá cada día.
Las personas sin éxito están la mayor parte del tiempo pensando y hablando sobre lo que no les gusta y culpan a los demás de sus problemas y dificultades.
No seas de este grupo.
El concepto que tienes de ti mismo actúa en tu subconsciente e influye en tu manera de pensar, sentir y actuar.
El concepto de ti mismo precede y predice tus niveles de eficiencia en todos los ámbitos de tu vida.
Acostúmbrate a levantarte pronto cada mañana, a planificar tu día y, después, a hacer algo, lo que sea, que te encamine a dar un paso hacia aquello que es tan importante para ti.
Habla constantemente de tus objetivos. Habla y piensa acerca de tu futuro y de adonde te diriges. Y no tanto acerca del pasado. Ni de lo que no quieres.
“Cuando todo recurso físico y mental está focalizado, se multiplica de manera tremenda el poder de uno para resolver un problema”.
- Norman Vincent Peale
“La primera ley del éxito es la concentración, dirigir todas tu energías hacia un único punto e ir directamente a ese punto sin mirar a la derecha ni a la izquierda”.
- William Mathews
Escribir tus objetivos hace que se registren en tu subconsciente y activa tus facultades super-conscientes.
Escribiéndolos diariamente aceleras el proceso de su consecución.
Los objetivos escritos con claridad tienen un efecto maravilloso en tu pensamiento. Motivan a orientarte a la acción. Estimulan tu creatividad, liberan energía y te ayudan a tomar buenas decisiones.
Si quieres ser feliz, próspero, sano, popular, positivo y confiado, mira que hacen otras personas que gozan de estos beneficios y haz las mismas cosas que ellas.
Crea imágenes de ti mismo claras y positivas actuando de la mejor manera posible y, además, visualiza tus objetivos como si ya los hubieras conseguido.
¡Empieza ahora!
Levántate un poco más temprano por la mañana y lee treinta o sesenta minutos.
Lee un libro o una revista o un blog que contenga información que pueda ayudarte a ser más eficaz y productivo en lo que haces.
Puedes tener tu tiempo y tu vida bajo control sólo en la medida en que interrumpas las actividades de menor valor.
identifica las actividades que te dan menos valor y eliminalas.
Si te ves como una persona positiva, popular, productiva y exitosa en tu interior, así actuas en el mundo exterior.
Y esto determina los resultados que obtienes.
Las consecuencias de no completar una tarea clave pueden ser verdaderamente graves.
Focalizate en la tarea más importante y descarta el resto hasta que la hayas acabado.
Los objetivos positivos, personales y en presente escritos repetidamente cada día activan tu subconsciente y superconsciente, y pisan el acelerador de tu potencial.
Pregúntate qué es lo que te impide conseguir un objetivo concreto.
Sea lo que sea, identifícalo claramente, proponte superar esa limitación o desarrollar la habilidad que necesitas y, después, haz todo lo que tengas que hacer cada día hasta conseguirlo.
La claridad es el concepto más importante en tu camino hacia las metas. Piensa al detalle qué es exactamente lo que quieres conseguir en cada una de las facetas de tu vida: salud, familia, dinero, trabajo...
Divide tus objetivos en tareas, y tus tareas en fragmentos.
Cuando empiezas y terminas un fragmento de una tarea, te sientes motivado para empezar y terminar otra parte y después otra y así sucesivamente.
No te permitas estar molesto o enfadado cuando las personas o las situaciones no estén a la altura de tus expectativas.
Mantente tranquilo y centrado en las soluciones.
Cualquier cosa que hagas repetidamente acabará convirtiéndose en un hábito. Para bien y para mal. Elige los hábitos que te ayuden a alcanzar tus metas.
Tienes que decidir exactamente qué quieres lograr en cada faceta de tu vida:
🩺 Salud
👨👩👧👦 Familia
💵 Económica
🛠 Laboral
Si no sabes dónde vas, no sabes dónde llegarás.
Escribe tus objetivos como si ya los hubieses conseguido. En presente y en tono positivo.
En lugar de decir: “El año que viene ganaré más dinero”, escribe: “El día x gano x euros”
La gente exitosa habla continuamente sobre lo que quiere atraer a sus vidas.
La gente fracasada e infeliz siempre habla de situaciones y personas que les provocan enojo.
La gente exitosa es la que está dispuesta a postergar la gratificación y a hacer sacrificios a corto plazo para poder disfrutar de mayores recompensas a largo plazo.
Empieza identificando el objetivo que quieres conseguir. Puede ser algo económico, personal o de salud.
Después, pregúntate qué factores influyen en la velocidad con la que conseguiré ese objetivo.
Es sabido que hay momentos precisos del día en que uno está en su mejor condición.
Identifica esos momentos y disciplínate para utilizarlos en tus tareas más valiosas.
La energía es fundamental para alcanzar tus metas, pregúntate:
¿Qué estoy haciendo para mantener la buena forma física y qué podría hacer más?
¿Qué me está empeorando la forma física y qué podría hacer menos?
Si empiezas la tarea y la dejas y vuelves a la tarea, para volver a dejarla y volver a empezar de nuevo, aumentará mucho el tiempo de consecución de la tarea, y empeorará la calidad.
El Dr. David Mc Clelland de Harvard descubrió que tu grupo de referencia determina el 95% de tu éxito o de tu fracaso en tu vida personal y profesional.
¿Quienes son tus referencias?
Si tienes una visión clara a largo plazo, eres más capaz de evaluar una actividad en el presente y de comprobar si es coherente con lo que te propones.
Una vez empieces a trabajar en una tarea valiosa, te motivaras naturalmente para continuar.
Es como los primeros impulsos de la bici, son los que más cuestan, después la inercia ayuda.
Así que, ¡empieza ya!