Besos con sabor a demonio.
Besos que matan.
Besos que se antojan.
Besos inolvidables.
Besos que excitan.
Besos que, con el paso del tiempo,
se recuerdan,
se saborean,
se vuelven a antojar.
Y mirarte frente al mar,
contemplar tu sonrisa,
bailar sobre la arena,
tus labios sedientos de mis besos,
se sacian de placer,
envolviéndote en mí,
sintiendo mi calor.
Y que el mar sea testigo,
del amor que
en nuestros ojos se refleja.
Necesito una estrella fugaz
para pedirle un deseo,
un deseo egoísta,
idílico, celestial,
con una chispa de irrealidad
y me transporte a una ilusión,
que solo tenga una imagen…
Usted a mi lado.
Vos,
lentamente te fuiste metiendo
en mis pensamientos,
y me gustó,
tu forma de ver la vida,
que luego,
sin darme cuenta,
ya habitabas mi pecho,
mi corazón,
y lo último que quedaba,
era que yo,
recorriera tus venas.