Yo a mi ex le prometí que el día que yo encontrara a alguien mejor que ella, sería el día en que la dejaría de amar y véanme, ya tres años queriendo encontrar a alguien mejor que ella y no hay, no existe. Ella era perfecta.
Me basta saber que un día yo te abracé bonito, que alguna vez calmé tus tormentas, y que mis besos fueron de los mejores que tus labios pudieron recibir.
Tú me enseñaste lo bonito del amor, pero también la parte fea esa, la de olvidar, la que te rompe, la que te deshace, la que te hace sentir que mueres.
En la puta vida quiero volver a sentirme como aquella tarde, en que diste la media vuelta sin arreglar todo lo que se estaba rompiendo dentro de mí, simplemente te despediste sin más.
Te cuento que la pasé mal, que te lloré como mil noches, que pensé que no iba a superarte, pensaba que después de ti no había vida, hasta que te fuiste y tuve que descubrirlo.
Cuando nos enamoramos de verdad nos emociona hasta los más mínimos detalles de esa persona, como el sonido de su risa, la forma en que nos mira y sus gestos. Así es estar enamorado.
Sí, sufrí por ti, y tal vez siga sufriendo por ti, pero ya no estoy llorando, sé que es un paso más y aunque no lo creas te sigo buscando en cada persona que conozco, y no tengo ni puta idea por qué.
No quería enamorarme, siempre huía de ello, pero un día llegaste, con tu sonrisa brillante y mirada cálida, con tu voz tranquila y su toque suave, de pronto mis sentimientos ya no eran míos, ni mi corazón, sino de ti.
Me enamoré.
Déjame ser la última persona en tu vida, déjame ser quien festeje tus logros, déjame ser a quien desnudes y beses todas las veces que quieras, déjame ser tu compañero de vida.
Sólo déjame ser.