Reconstruyendo el fusilamiento de mi bisabuelo me he topado con falangistas a caballo gritando mueras a la República persiguiendo corbatas rojas en el baile y amenazando con cuchillos. Chivatos, verdugos y asesinadoss. Todos tenían nombre. @ElSaltoDiario

RT @ElSaltoDiario: 🏀 Miles de personas protestan bajo la lluvia en Gasteiz contra un Maccabi Tel Aviv totalmente blindado. Por @BarcenillaL…

RT @Hordago_ElSalto: 🇵🇸 Miles de personas protestan bajo la lluvia en Gasteiz contra un Maccabi Tel Aviv totalmente blindado ✍️ @Barcenill…

RT @Versolibros: NOVEDAD 📚✨ 'La clase importa', por bell hooks Esta semana llega a las librerías un libro poco conocido de la autora estad…

RT @SindicatLloguer: ���️ VICTÒRIA #CasaOrsola Ens veiem avui a les 21h

RT @SindicatLloguer: Barcelona és una ciutat que resisteix. 📍 Dl. 03/02 a les 21 h, a Casa Orsola

Una de las mejores cubiertas de libro que he visto en mi vida

RT @paralavoz_: 🟥 ARCHIVO | El alcance filosófico de El Capital de Marx (M.M. Rosental, 1961) A 50 años de la muerte de Rosental, personal…

@pendenncy @Jefe_Palazon

@pendenncy Exacto, Ernesto, venga, que casi lo tienes ;)

Por cierto, @Versolibros acaba de publicar un ensayo del investigador Aitor Jiménez que es os va a encantar:

RT @Versolibros: NOVEDAD 📚✨ Enemigos del imperio: Los orígenes coloniales, racistas y opresores del Estado español Un análisis de Aitor Ji…

RT @ecanrog: El primer libro de Aitor Jiménez es una arqueología decolonial y antipunitivista sobre el carácter colonial del Estado español…

@KickCifu

@AlcazarViejo5 Exacto, pero no por lo que tú te crees ;)

Qué hace este tío robándome la captura con el 1/3 de Instagram sin recortar

Dos tíos vestidos del medievo peleándose en el Olipic Arena de Badalona y la gente coreando «Pedro Sánchez, hijo de puta». Un viernes cualquiera en la charca de Jordi Wild.

RT @SindicatLloguer: 🔴 DESNONAMENT ATURAT! El que no s'han atrevit a fer de dia i amb totes les mirades posades a Casa Orsola, intentaran f…

Ayer 250 personas evitaron el desahucio de una mujer y sus cinco hijos (tres de ellos menores) en Burlata. Quien quiere echarla es la familia de su agresor. Lleva años pagando el alquiler. Hoy miles de personas, ojalá, frenarán el desalojo de Casa Orsola.